lunes, 18 de mayo de 2015

¿Cómo... plantear preguntas de investigación? (Para reforzar la construcción del Protocolo)

En el comienzo está el asombro 


El ser humano ha sido definido como “simio desnudo”, como “animal racional”, como 
“animal que fabrica instrumentos”, como “ser dotado de conciencia”... Pero, con toda justicia,  puede definírselo también como “animal que hace preguntas”. En un sentido muy profundo, la  capacidad de hacer preguntas se encuentra en la base de la condición humana. 

Los seres humanos no hacemos preguntas por capricho: las hacemos porque la realidad nos produce asombro, porque la existencia no nos deja indiferentes. “La filosofía nace del asombro”, decía Aristóteles; con ello quería decir que todo el conocimiento de que es capaz el ser humano sólo  puede desarrollarse porque la realidad, al suscitar nuestra admiración, al despertar nuestra curiosidad,  nos genera inquietudes y preguntas. 

¿Por qué las manzanas no caen para arriba? ¿Cómo se vería el universo si viajáramos en un  rayo de luz? ¿Por qué sólo existen dos sexos y no cinco? ¿Por qué los aztecas no conquistaron  Europa? Preguntas como éstas revelan que la realidad no está simplemente dada: está llena de  problemas fascinantes, de rompecabezas que desafían el intelecto. Por eso el primer paso en el  planteamiento de preguntas consiste en abrir los ojos ante el carácter esencialmente problemático de  la realidad. 

Abrir los ojos a la realidad no es sencillo. El asombro es una flor que se marchita con 
facilidad. Y se marchita porque, a fuerza de costumbre, la realidad se vuelve plana y aburrida, o  porque se piensa que sólo lo sobrenatural es motivo de admiración. Pero el asombro genuino nace  de captar la realidad tal como es, plena de riqueza y variedad, y al mismo tiempo descubrir que las  cosas no son sólo lo que aparentan ser. Como decía Chesterton, “lo admirable no es que el sol no  salga un día, sino que salga todos los días”. El asombro nos acecha en todas partes; no hay esquina  de la realidad, por humilde que sea, que no pueda suscitarlo. 

Luego, vienen las preguntas 

El asombro por sí solo no basta: hay que precisar los problemas y formular las preguntas 
respectivas. Sólo mediante la búsqueda de solución a los problemas el asombro se transforma en  conocimiento y así como sentir asombro no es cosa de magia, plantear preguntas tampoco lo es; en  todas las áreas del saber hay temas interesantes de investigación.  La etimología indica que “investigar” es “seguir las huellas” de un problema. No existe una  diferencia esencial entre los problemas de la vida diaria y los de la investigación científica. “¿Qué hay  que hacer para conseguir un buen empleo?” o “¿Cómo evaluar el desempeño financiero de una  empresa?” son problemas legítimos; “¿Cómo se comportan las partículas subatómicas?” o “¿Cuáles son los efectos de la globalización en la estructura de la sociedad?” también lo son. 

Lo importante es identificar el problema y plantear la pregunta correspondiente. En la 
investigación académica, encontrar un problema es hallar una mina de oro: si las preguntas derivadas son significativas y pertinentes, pueden motivar años de trabajo fecundo.

¿Qué hay que hacer? 

Einstein decía: “hacer nuevas preguntas o considerar anteriores desde otro punto de vista requiere  creatividad”. La creatividad, empero, no es sólo un don natural: es el fruto del trabajo y la disciplina. Como en todo trabajo creativo, para plantear preguntas no hay fórmulas de validez universal; sin embargo, hay  estrategias que Ud. puede probar: 

1) El hábito del por qué. Si su novio o novia le dice: “ya no más”, inmediatamente Ud. le pregunta: ¿por qué?  La realidad es como una novia o novio caprichoso; por alguna razón, decidió que las manzanas no caen  para arriba y que sólo hay dos sexos y no cinco. ¿Por qué? Haga de la realidad una especie de  compañero sentimental; preocúpese por sus caprichos, desarrolle el hábito de preguntarle porqué. Un  día sin porqués es un día perdido; una asignatura sin porqués es una asignatura perdida. 

2) La exploración del tema. En esta fase Ud. efectúa el “reconocimiento del terreno”; es su oportunidad para  explorar de una manera amplia el tema de interés. La exploración se basa en el estudio sistemático de los  textos escogidos para tal fin, pero no excluye otro tipo de fuentes: tablas estadísticas, medios masivos,  bases de datos, estudios de caso, etc. 

3) La identificación del problema. Una vez haya precisado el porqué, es hora de plantear el problema que va a investigar. Ya la fase exploratoria debe haberle suscitado inquietudes. Piense ahora en el asunto, eche mano de todo lo que sabe y pregúntese: ¿Qué vacíos hay en las explicaciones contenidas en los textos?  ¿Qué argumentos no son convincentes y por qué? ¿Qué aspecto del tema no es profundizado en ningún texto? ¿Qué planteamientos importantes no han sido desarrollados por los autores? Estas y otras preguntas análogas pueden orientarlo. Tómese su tiempo; reflexione, examine el asunto desde distintos ángulos, tome apuntes y deje que sus ideas vayan madurando. Una vez tenga el problema, revíselo: podría tratarse de un falso problema. A esta categoría suelen pertenecer los problemas centrados en cuestiones terminológicas (¿El sur queda abajo o arriba?) y los problemas sin solución (Si Dios es la causa de Todo, ¿qué causó a Dios?). 

4) La formulación de la pregunta. Ahora que tiene claro su problema de investigación, formule la pregunta de la manera más concisa posible. Fíjese que la pregunta sintetice el núcleo del problema y que sea comprensible para el lector. Verifique si la pregunta es viable, es decir, si puede ser investigada en un lapso razonable. 

Formule la pregunta de tal modo que la respuesta no sea un simple sí o no. No pregunte, por ejemplo: “¿Es posible establecer el impacto de la violencia en el sector agrícola desde 1980?”. Pregunte: “¿Cuál ha sido el impacto de la violencia en el sector agrícola desde 1980?” Evite formular preguntas en forma de dilemas del tipo “¿El neoliberalismo aumenta la pobreza o la disminuye?” Decida qué quiere preguntar. Tampoco pregunte por estados mentales de otras personas: “¿Por qué Tolomeo pensó que la tierra está en el centro del universo?” Por más que Ud. se esfuerce, nunca podrá averiguarlo. 

Evite plantear preguntas sobre estados futuros de cosas: “¿Puede la biotecnología eliminar los problemas de salud pública en el próximo siglo?” El futuro es, por definición, inaccesible a la investigación empírica. Absténgase de formular preguntas totalizantes: “¿Cuál es el sentido de la existencia?” “¿Cómo funciona el universo y sus alrededores?”; o preguntas disciplinares clásicas: “¿Qué es la filosofía?” “¿Cuál es el origen de la sociedad?” Recuerde que su capacidad de trabajo tiene un límite  y que preguntas como éstas son muy difíciles de resolver de manera plausible en una investigación. 

miércoles, 13 de mayo de 2015

Objetivos de la Investigación (Tarea: Mapa conceptual y primera redacción del potencial Protocolo de investigación)


Diferencia entre el Problema de Investigación y el Objetivo General
De una forma muy parecida a la diferencia entre problema y preguntas de investigación, también hay precisar la diferencia entre problema y objetivo. El problema es una situación anómala y el Objetivo General es el enunciado en que se expresa la acción general (total) que se llevará a cabo para llevar a cabo la investigación que clarificará tal situación. 
Por ejemplo, si mi problema es que se desconoce la forma en que trabaja pedagógica y administrativamente una escuela, para formular un Sistema de Administración Informático, el objetivo de mi investigación será justamente, Averiguar, investigar, cómo funciona esa escuela.   Por lo tanto, en una investigación hay solo un objetivo general. No más de uno, porque cada Objetivo General enunciado es un investigación aparte. Por lo tanto en una Tesis, si Ud. escribe dos o tres Objetivos Generales, está indicando que hará dos o tres Tesis o investigaciones diferentes.  ¡Así de simple!
En realidad hay poca diferencia entre un problema de investigación cuando esta expresado en forma breve y el objetivo que lo resuelve. Es decir, si mi problema es la dificultad que encuentro para cruzar el río, mi objetivo de investigación es encontrar la forma de cruzar el río. (“Encontrar” es un verbo fuerte que indica acción investigativa.)
Al describir el problema, lo más aconsejable es plantearlo sin indicar para qué se quiere resolverlo.  Por ejemplo: “El problema a que motiva esta investigación es el desconocimiento que tenemos de los etapas administrativas y contables por las que pasa el pedido de un cliente antes de llagar a sus manos” .  Por lo que se recomienda que la descripción del problema comience expresando que “Se desconoce...”  o, “Carecemos de información sobre...”, etc.
Mientras que en el Objetivo General se indica además, para qué se quiere investigar, es decir, su finalidad: Iniciando la oración con verbos fuertes, de acción, tal como “Investigar, revelar, averiguar, etc.:  “Objetivo General: Conocer y revelar los etapas administrativas y contables por las que para un pedido antes de llegar a las manos de un cliente, para desarrollar un sistema informático automatizado que lo realice” (El énfasis es sólo para destacar el uso de la oración “para...”)
Los Objetivos Específicos
 El Objetivo General, para ser llevado a cabo, usualmente puede y tiene que ser desglosado en una serie de acciones o actividades particulares menores, sustancialmente diferentes unas de otras.  En el ejemplo de la escuela indicado anteriormente, se tendrá que investigar el funcionamiento pedagógico, por un lado y el funcionamiento administrativo, por otro, dando dos acciones independientes.  Estos son los Objetivos Específicos. Son como las dos, tres o cuatro partes básicas en que se divide la investigación.  Por lo tanto el desarrollo de la investigación a lo largo de la metodología empleada no es otra cosa que la forma en que se van resolviendo los objetivos particulares.  Si tiene tres Objetivos específicos, al final del análisis, Ud. debe tener dos, tres o cuatro respuestas claras que resuelven al Objetivo General y estas son las dos, tres o cuatro respuestas a los objetivos particulares. 
El Objetivo General
La primera etapa del método científico incluye la determinación de objetivos de la investigación. Los objetivos son inherentes a la definición y delimitación del problema; es decir, se desprenden al precisar el estudio.  Los objetivos de investigación se construyen tomando como base la operatividad y el alcance de la investigación.
¿Cómo redactar Objetivos Generales?
Un Objetivo es un enunciado en que se expresa una acción a llevar a cabo.  Por lo tanto debe estar iniciado por verbos fuertes, que indican acciones, a continuación se indica el fenómeno en el que –o con quien—se llevará a cabo dicha acción. Seguidamente se indica el objeto de investigación, es decir, el fenómeno o las partes en relación que serán investigados, indicando finalmente para qué se realiza esta acción investigativa. 
Requisitos para plantear los objetivos:
Enfocarse a la solución del problema
  • Ser realistas.
  • Ser medibles.
  • Ser congruentes.
  • Ser importantes.
  • Redactarse evitando palabras subjetivas.
  • Precisar los factores existentes que lleva a investigar.
  • Enfatizar la importancia de mejorar la organización.
   Para construir los objetivos deben considerarse las siguientes interrogantes (los que sean necesarios y en el orden más conveniente):
Quién, qué, cómo, cuándo y dónde.
A continuación se muestra un cuadro sintagmático que puede ayudar a construir Problemas y Objetivos de investigación.
 Secuencia Sintagmática para escribir objetivos
(El Problema/Objetivo de investigación se define como...)
Verbo
Fenómeno
Subfenómeno
(Ud. lo pone)
Para...
(finalidad del Objetivo)
Establecer
Averiguar
Identificar
Recopilar
Investiga
Revelar
Descubrir
Indagar
Inquirir
Pesquisar
Registrar
Buscar
Estructuras
Funciones
Roles
Historial
Probabilidades
Relaciones
Avances
Retrocesos
Resistencias
Facilidades
Etc...
Entre ...
De...
Del...
En ...
Cuando...
Cómo... (infrecuente)
Mejorar
Renovar
Confeccionar
Sugerir
Proponer
Innovar
Resolver
Satisfacer
Controlar
Iniciar
Etc...

martes, 5 de mayo de 2015

¿Cómo se plantea un problema de investigación?


Plantear el problema es estructurar formalmente la idea de investigación. El paso de la idea al planteamiento del problema, depende de qué tan familiarizado esté el investigador con el tema a tratar, la complejidad de la misma idea, la existencia de estudios antecedentes, el empeño del investigador y las habilidades personales de éste.

Los criterios para plantear adecuadamente el problema de investigación son:

.El problema debe expresar una relación entre dos o más variables.

.El problema debe estar formulado claramente y sin ambigüedad.

.El planteamiento implica la posibilidad de prueba empírica. Es decir de poder observada en la realidad.


Plantear el problema consiste en describir de manera amplia la situación objeto de estudio, ubicándola en un contexto que permita comprender su origen, relaciones e incógnitas por responder.

Plantear el problema implica desarrollar, explicar o exponer con amplitud. Mientras que formular es concretar, precisar o enunciar. Formulación del problema es la concreción del planteamiento en preguntas precisas y delimitadas en cuanto a espacio, tiempo y población (si fuera el caso). En tal sentido, es importante partir de un planteamiento global en el que se describa, de lo general a lo particular, (método deductivo) el objeto de estudio, hasta llegar, como lo sugiera la formulación, a una serie de preguntas que ayuden a precisar lo que se pretende investigar. De estas preguntas surgen los objetivos de la investigación.

Desde esta perspectiva un problema de investigación científica tiene tres componentes:


.Planteamiento teórico del problema (Deber Ser)

.Planteamiento descriptivo del problema(Es)

.Formulación operacional del problema (Incógnitas)


A partir de estos componentes se puede decir que el planteamiento puede ser presentado siguiendo un modelo o una estructura.


(Ampliar la información con el texto de Mario Tamayo y Tamayo , "El Proceso de Investigación"; y Carlos Sabino, "Proceso de Investigación")